Presentación
de la Materia, actividad inicial
¿POR QUÉ ESTUDIAR COMUNICACIÓN Y CULTURAS DEL CONSUMO EN LA ESCUELA SECUNDARIA?
¿POR QUÉ ESTUDIAR COMUNICACIÓN Y CULTURAS DEL CONSUMO EN LA ESCUELA SECUNDARIA?
Leer el texto y comentarlo con el/la compañero/a de banco, luego elaborar un breve texto donde respondan a la pregunta utilizando sus propias palabras en base a lo que comprendieron de la lectura.
Cuando
se habla de comunicación en el siglo XXI de inmediato surge la
figura predominante de los medios de comunicación, y como elemento
sustancial la información, el entretenimiento y el espectáculo.
Pero
la Comunicación está atravesada por, y atraviesa a, todos los
planos de la vida humana: lo social, lo ideológico, lo cultural y
sin duda, lo económico. No puede entenderse nuestro tiempo sin dar
cuenta de los factores económicos que lo condicionan y lo
contextualizan, y esencialmente sin comprender que estamos inmersos
en una nueva etapa del sistema económico capitalista, una etapa que
dejó atrás el modelo de acumulación basado en la producción
industrial para pasar a un proceso de acumulación signado por los
servicios avanzados y la comercialización de experiencias, un
capitalismo que se desmaterializa, un capitalismo cultural.
La
comunicación no está ajena al comportamiento de esta sociedad
presente, como corriente transversal que ocupa todos los espacios de
nuestra contemporaneidad, la comunicación también se expresa desde
la economía, no solo porque la industria cultural tiene sentido en
tanto objetivo comercial, sino porque el sistema económico de
nuestro siglo está asentado y sustentado por una profunda corriente
comunicativa.
El
marketing y la publicidad son expresiones comunicativas en un mundo
destinado a actores económicos que ya no son controlables y
pasivos, por el contrario, mujeres y hombres activos e informados,
que cuando actúan en el ámbito del mercado lo hacen desde lo
emocional, desde el consumo de experiencias, desde la búsqueda de
significado en los bienes.
El
especialista catalán, Joan Costa, resume la importancia de la
comunicación de las organizaciones en una frase: “la comunicación
es más fuerte que la acción”(1) Con este concepto intenta
indicar que toda conducta ejercida por una organización solamente
entra en acción, toma sentido real, adquiere sustancia, una vez que
es comunicada.
Dentro
de este flujo comunicacional que surge de las organizaciones el
marketing y la publicidad ocupan un rol esencial en una sociedad en
la que el consumo se ha convertido en factor cultural central de
nuestro tiempo, signado por la “democratización de los
deseos”(2), donde no se tiene solo como objetivo la adquisición
de lo estrictamente necesario ya que “lo superfluo se ha
convertido en una aspiración de masas legítima”.(3)
Por
esa razón García Canclini reflexiona en que aún entendiendo el
consumo, como lo hace Pierre Bourdieu, como un lugar de
diferenciación y distinción entre clases y grupos, aún así
estamos frente a la necesidad de que toda la sociedad tenga una
clara conciencia sobre el sentido de los bienes, ya que sin esa
conciencia social general no habría posibilidades de que el consumo
ejerciera una fuerza diferenciadora entre sectores. De aquí se
continúa la idea de que a través del consumo “se construye parte
de la racionalidad integrativa y comunicativa de una sociedad”.(4)
Por
esa razón esas industrias culturales que impulsan el fenómeno
comunicativo “son por completo industrias de la moda, y sus
vectores estratégicos son la renovación acelerada y la
diversificación", viendo en la moda un proceso en el que se
manifiesta la “aspiración de la autonomía privada”.(5)
Concebir
el consumo como un acto de carácter irracional, compulsivo e inútil
es un lugar común, una simplificación similar a entender a los
medios de comunicación como omnipotentes marcadores de conducta
sobre mujeres y hombres.(6)
El
consumo ni siquiera se trata ya de un fenómeno refugiado en
determinados y minoritarios sectores sociales sino que su cultura
penetra en todos los espacios sociales, desreguladamente, sin
obligaciones de pertenencia, desinstitucionalizada. Como afirma
García Canclini “no toda forma de consumo es interiorización de
valores de otras clases.
El
consumo puede y habla en los sectores populares de sus justas
aspiraciones a una vida mas digna. No toda busca de ascenso social
es arribismo”.(7)
Finalmente
“el consumo no es sólo reproducción de fuerzas, sino también
producción de sentidos”.(8) Si lo que se comercializa no son
productos sino experiencias, las personas no adquieren productos por
lo que tienen de bueno en sí sino por lo que tienen de
significación, a la lógica del valor de cambio y al valor de uso
le sigue la del valorsigno. (9)
Por
lo tanto la vida económica de nuestra sociedad se cruza claramente
con el fenómeno comunicacional, las cosas ya no se venden por lo
que tienen de mejor, eso ya no es suficiente, se requiere ahora de
la innovación comunicativa que lleve a integrar sentido a las
cosas, significado, espíritu, un símbolo: se trata de la presencia
protagónica de una publicidad y un marketing creativo, “la
comunicación tiene que tener la forma del espectáculo”.(10)
El
consumo es un espacio de diferenciación, pero también un espacio
de encuentro y comunicación. Hechos sociales cotidianos como salir
a comer, concurrir a un cine o ir de compras son prácticas de
consumo vinculadas con la sociabilidad, tanto para incluidos como
para excluidos, “consumir es intercambiar significados”.(11)
De
acuerdo a nuestros consumos nos mostramos, nuestra identidad se
manifiesta por signos externos que se insertan en bienes físicos, y
cuyo valor realmente está dado en esa significación particular que
adquiere la cosa para unos y otros. Nuestros consumos informan sobre
nosotros, nos expresan.
García
Canclini entiende que todo consumo es un acto cultural, por lo tanto
llamar “consumo cultural” solamente a la adquisición de este
tipo de bienes es una formulación cuanto menos parcial.
En
este camino en que el consumo ocupa un lugar sustancial la
comunicación juega su parte: la publicidad, el marketing, la
comunicación de las empresas, de las instituciones, de las
organizaciones en definitiva, es el espacio en el que la expresión
comunicacional entra en vinculación con este trascendente fenómeno
cultural.
Resumiendo,
la presencia de Comunicación y Cultura de Consumo en la Orientación
tiene su fundamento en diversos aspectos:
Primero,
por el carácter vigente y poderoso de la cultura de consumo en la
que las nuevas generaciones nacen y se desarrollan. Conocer las
particularidades de esa construcción de sentido cultural que es el
consumo, permite poner en acto una situación histórico-social que
se supone natural.
Segundo,
amplía el abanico de actividades profesionales ofrecidas al
conocimiento de las y los jóvenes interesados en el fenómeno
comunicativo, que no se resume simplemente en la actividad
periodística. Actualmente los departamentos de comunicación de
empresas e instituciones constituyen un capital intangible de enorme
valor para su funcionamiento, siendo su función articular
comunicación interna e imagen externa, tanto en la organización
pública como civil o comercial.
Tercero,
la comunicación de las organizaciones, el marketing y la publicidad
son actividades de amplio rango creativo, destinadas a generar
identidades, gestar imágenes, establecer códigos, transmitir
reputaciones y asumir responsabilidades en la sociedad.
El
estudio de la comunicación y la publicidad tienen su espacio en la
orientación y en la formación de las y los jóvenes en la
seguridad de que cumple con el objetivo de brindarle herramientas de
análisis suficientes para la interpretación de un fenómeno que
vincula a los actos comunicativos con algunos de los hechos
culturales más llamativos de nuestro tiempo, y en íntima relación
con las posibilidades comunicacionales que se multiplican a nuestro
alrededor y caracterizan a las sociedades contemporáneas.
1
Costa, Joan, La Comunicación es más Fuerte que la Acción. En .doc
comunicación. Revista
Interamericana
para la Innovación de las Comunicaciones N° 1. 2002.
2
Lipovetsky, G. Roux, E. El Lujo Eterno. Barcelona, Anagrama, 2004
3
Lipovetsky, G. Roux, E. Ibidem
4
García Canclini. Ibidem
5
Lipovetsky, Gilles, El Imperio de lo Efímero. Barcelona, Anagrama,
1994.
6
García Canclini, Néstor. El Consumo sirve para Pensar. Diálogos
de la Comunicación N° 30, 1991.
7
Martin-Barbero, Jesús. De los Medios a las Mediaciones. Barcelona,
Gili, 1989
8
Martín-Barbero, Jesús, Ibidem
9
Baudrillard, Jean, Crítica de la Economía Política del Signo.
México, Siglo XXI, 1987.
10
Lipovetsky, Gilles, La Filosofía del Consumo. Entrevista en Diario
Clarín. Buenos Aires, 22/08/04
11
García Cancilini, Néstor, Los Estudios sobre Comunicación y
Consumo: El trabajo interdisciplinario en tiempos
neoconservadores. Diálogos de la Comunicación N° 32, 1992.
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